Laura Figueredo
Después de casi tres meses de haber operado a mi bebito con tan solo 7 meses de vida, me atrevo a poder compartir mi experiencia con todos. Mi intención es que aquellos papás que tengan un bebé con el mismo tema que el mio puedan leer esto, les aseguro que la solución esta acá.
Soy Laura y tengo 34 años. Con Sebastian mi esposo buscamos a Felipe con mucho amor. Por fin en agosto del 2011 nos enteramos que Felipe vendría a este mundo en marzo del 2012. Llenos de ilusión y amor para dar pasamos el embarazo, hasta que en la ecografía estructural nos enteramos que Felipe tenia una malformación congénita “fisura de labio unilateral y paladar completo”.
En ese momento se nos vino el mundo abajo, juro que en ese momento prefería estar muerta a tener que sufrir el dolor por el que estaba pasando.
Sin rumbo y desnorteados comenzamos averiguar por todos lados fuimos a consultas con muchos neonatólogos, pediatras, cirujanos, otorrinos, no se cuantos, para que alguien nos dijera algo de todo esto.
En Uruguay hay muchos casos de estos, pero somos tan pocas personas que la casuística es muy poca y por ende no hay muchos profesionales especializados en el tema. Fue así como después de un mes hablando con muchas personas todas nos llevaron a Juan Antonio.
Recuerdo como si fuera hoy cuando llame a Juan al celular, completamente consternada y con mucho dolor, desde ese mismo instante supe que era el quien iba a operar a mi bebito. El con mucho cariño me dijo “tengo 4 hijos, cuando mi esposa estaba embarazada de noche cuando me acostaba pensaba que problemas podían tener mis hijos, con ese miedo que todos los papas tenemos cuando esta por llegar al mundo nuestro hijo, y siempre pensé, bueno si tienen algo que tengan labio leporino y fisura de paladar, porque tiene solución” y me dijo, si haces todo lo que yo te diga, tu hijo estará bien y no vamos a tener ningún problema.
Así fueron pasando los meses y con su gran paciencia mes a mes visitábamos su consultorio en Uruguay y nos explicaba que era lo que iba hacer cuando naciera Felipe.
El resolvió quien le haría la placa para comer, el resolvió que Felipe comiera por sus propios medios, el resolvió todo. Y así el 17 de marzo nació Felipe y él estaba ahí! Lo fue monitoreando mes a mes, incluso por veces que no era necesario, y solo nosotros sabemos que era para darnos apoyo a nosotros.
El 22 de octubre pasado, en un día inolvidable opero a Felipe. No se imaginan que dia!! de esos que uno pone en la linea superior de la vida, allí llevamos a Felipe al block quirúrgico, y allí increíblemente nos topamos con un señor con su bebito en brazo, el también había sido operado por Juan, no podía creer ver en ese momento a ese bebe de tan solo 1 ano medio tan perfecto!! nunca antes había visto un trabajo de Juan y Dios me puso en el camino a ese bebe para decirme ” tranquila, mira lo que hizo este hombre” y asi fue, lo deje a Felipe en el block, pensando que en ese momento dejaría mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mi ser, todo ahí adentro, porque mi ser es el, pero estaba tan tranquila y tan en paz de saber que habíamos tomado la decisión correcta, que era Juan quien tenia que operar a Felipe que estuve en paz las 3 horas y media que duro la operación.
Así fue que fui a buscar a Felipe y en ese momento no puedo explicar con palabras lo que fue ver a mi hijito con su boquita cerrada! dios mio! lo pienso y se me llenan los ojos de lagrimas y se me abre el corazón!! dios mio, lo que este hombre había hecho de mi hijo!! el le devolvió la vida! el le devolvió su sonrisa!
Juan estuvo ahí todo el tiempo, cuidando de Felipe, guiándonos en todo, sacándonos todas las dudas, incluso aquellas que después que pasan los momentos difíciles decís “eso pregunte?” el siempre con su buena disposición, con muchísimo amor, con toda su precisión y profesionalidad.
Juan viajo a España, y durante 15 días no estuvo acá, pero no estuvo acá con su cuerpo porque el respondió inmediatamente e instantáneamente a todas nuestras preguntas, siempre preocupándose por Felipe día a día. hoy veo a mi hijo lleno de vida, con su rostro “perfecto” y no lo podemos creer y lo único que podemos hacer es agradecerle a Dios por habernos puesto a Juan en el camino.
Juro que Juan fue lo mejor que le pudo pasar a Felipe, no quiero comparar, porque las comparaciones no son lindas, pero hay momentos en la vida que uno las hace sin querer, nos han recomendado otros cirujanos en otros países y hemos visto bebes en persona y ninguno quedo como quedo Felipe, y diré una discreción, que a Juan no le gustara porque el es muy humilde con su profesión, pero alguien nos dijo y no diré quien pero si alguien con mucha sabiduría en el tema “Juan en la operación de paladar es mejor que el francés” y así lo es!
Lo único que puedo decir y espero que los papas que lean esto lo tomen al pie de la letra es que si, Felipe dio muchísimo trabajo, estuve 7 meses trabajando día a día sin cesar, pero el trabajo no asusta y luego se ven los resultados, si hacen caso a todo lo que dice Juan tendrán la solución, esto NO ES UN PROBLEMA, se los puedo asegurar.
Queda mi teléfono y mi mail para seguir conversando quien quiera y ofrezco vean fotos de mi bebito antes y después, ojala todas las personas que tienen un tema como este pudieran tener la misma suerte que tuvimos nosotros y Felipe.
Nosotros somos muy estrictos con el cuidado de Felipe, les aseguro que Juan lo hes mas, es un gran profesional y como nos dijo Paul Estol el pediatra de Felipe, este hombre es un artesano!!
Gracias Juan!!